miércoles, 10 de octubre de 2007

El Niger, una inmensidad ante mis ojos

De Mopti a Tumbouctu...una experiencia increible.


Dos dias y medio viajando por el Niger dan para mucho...

Me han dicho de todo, que soy bella, que se quieren casar conmigo, que soy buena, que soy simpática, que soy una “toubag” diferente, que soy una blanca africana, que se quieren venir conmigo o mejor que por qué no me quedo, que tengo que volver a Mali...pero lo mejor que me dijeron, no lo hicieron con palabras, sino con gestos y sobre todo con su actitud y su comportamiento hacía mi, tratándome como uno más y compartiendo todo aquello que tenían conmigo, haciéndome sentir casi africana.

Realmente no se quien fue espectáculo, si ellos para mí o seguramente más yo para ellos. En un primer momento era yo quien alucinaba con todo lo que tenia ante mis ojos, con todo lo que me estaba sucediendo. Lo fotografiaba todo, no quería perderme ni un detalle, era todo tan auténtico que no me lo podía creer, contradictoriamente no parecía ser verdad, me parecía increíble poder ser testigo de todo aquello.
Pero en poco tiempo empecé a darme cuenta de que no eran ellos, sino yo, el espectáculo, la novedad, el entretenimiento...
Todo era nuevo para mi, compartir la comida con los demás, comer con las manos, hacer pis y otra cosa en un cubo delante de todos, dormir amontonada encima de sacos y rodeada de personas por todas partes...la mezcla de olores, de colores, el viento, el ruido de la pinassa deslizándose por el Níger, el jaleo de los niños en cada poblado que parábamos, la gente vendiendo comida a ambos lados de la barca y con el agua hasta las orejas...
Todo eso y más valió la pena a pesar del mal rato que pasé cuando todos vieron mi hermoso trasero blanco y pasaron un rato divertido a costa de una “toubag” como yo.


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