LA HORA DEL TÉ
LA HORA DE JUGAR

Es increíble como los niños, son niños aquí y en cualquier lugar. Son los primeros que se te acercan, sienten curiosidad y comparten contigo y con cualquiera un lenguaje que traspasa fronteras. Jugar es jugar, aquí y en medio del Niger y una sonrisa de un niño es esa inocencia, esa sinceridad, esa felicidad sin importar nada más...



Jugar es compartir entre niños y... es genial sentirse una niña.
LA HORA DE LA TERTULIA
La hora de charlar en algún lugar en aguas del Niger
Es increíble como oír hablar a un anciano mientras el resto escucha te da una visión de la madurez, de la experiencia, de la vida...aquí y en cualquier parte del mundo. Es esa sabiduría que traducida no te sabe igual que la versión original, pese a que esta, no la entiendas. Es un lenguaje que traspasa fronteras, parecido al de los niños, pero pasando de la inocencia a la experiencia y con un contenido que te enriquece. Lastima que no en todas partes, se sabe respetar a los ancianos y mucho menos se sabe escuchar sin arrinconar los. Los niños serán el futuro de un país pero sus ancianos son su pasado y casi siempre los olvidamos...
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