domingo, 27 de abril de 2008

El reto de África para el siglo XXI. Paul Collier


Hace unas semanas Paul Collier estuvo en Barcelona dando una de sus conferencias, que son un pequeño esbozo de lo que es su libro, The botton million o lo que es lo mismo en su traducción al español, El club de la miseria y que habla de como la pobreza mundial afecta a casi el 80% del mundo. La verdadera crisis reside en un grupo de alrededor 50 estados en gran medida inadvertidos por el Occidente industrializado, que están disminuyendo más y más detrás de la mayoría de los pueblos del mundo cayendo en el declive absoluto de los niveles de vida. Una lucha ruge en cada una de estas naciones olvidadas entre reformistas y corruptos y por desgracia los corruptos están ganando.
Collier a pesar de ser un economista analiza de una forma clara y sencilla, simplemente comprensible para alguien que no es economista, las claves del fracaso que apuntan a una serie de circunstancias entre ellas: guerra civil, dependencia de la extracción y exportación de los recursos naturales, mal gobierno, y nefasta actuación del Grupo de los 8 países industrializados en sus políticas comerciales y en unas ayudas practicamente ineficaces.
A pesar de ser el ex director de la investigación para el Banco Mundial y actual Director del Centro para el Estudio de las economías africanas en la Universidad de Oxford, Paul Collier me pareció un hombre sencillo, cercano y sobre todo con un gran sentido común. Y si, ahí estaba un hombre que se emociona cuando habla de la pobreza en África, un hombre al que le tiemblan las manos, un hombre dando unas soluciones practicas a un grave problema delante de un público que le escucha atentamente y que convierte la conferencia en un coloquio. Y que me hace ver y sentir, que a pesar de saber que cuando la mayoría de ellos salgan por la puerta y lleguen a casa se olvidaran de todo esto, me hace ver que hay gente y mucha más de la que yo me pensaba que se interesan por el problema en el que se encuentran los pueblos africanos. Personas que como yo, han sido capaces de perder unas horas de su agetreada y cómoda vida para llenar este auditorio y eso me reconforta, porque me hace sentir que todo no está perdido aún.

Evidentemente el planteamiento de algo tan complejo como la pobreza mundial no pasa por soluciones fáciles, pero el sentido común aflora en cada una de sus exposiciones y te hace reflexionar sobre todo lo que te habías planteado hasta entonces.
En mi caso y a pesar de creer que la cooperación internacional sanitaria es necesaria en muchas de estas naciones, mi reflexión está en todas esas fotografías que nos bombardean los diferentes medios de comunicación para que veamos que buenos son algunos líderes políticos ayudando a los más pobres, imagenes de puro marketing, por aquello que "esto queda bien" cuando en realidad esos mismos les están robando y sangrando por otro lado, o simplemente cerrando los ojos a todo lo que sucede en África.

Realmente no se hasta que punto Collier está cerca de la verdad, pero creo que en su análisis hay una crítica constructiva, no solo se queja y destruye sino a punta a un camino a seguir, a una esperanza.

Mi crítica constructiva es que quizas Collier no posea la máxima verdad pero con su cercanía, ha hecho que su libro y su crítica no se quede para unos cuantos economistas sino que llegue cada vez a más gente y que el problema no se olvide entre los sueños de anónimos como yo cuando apagamos la luz, cerramos los ojos y soñamos que un mundo mejor para todos es posible.

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