Ser tu mismo: Déjà-vu à Vilanova de Meià

La Roca dels Arcs

¿Conoces esa sensación de: yo estuve aquí...? aunque me asusta un poco mirar hacia atrás. No por todo lo que he vivido en todos estos años, sino porque me pasaron volando, demasiado rápido, son recuerdos nostálgicos pero que dejan un buen sabor de boca pese a todo, y dibujan una sonrisa casi inconsciente, involuntaria, incontrolada.

Después de casi 10 años me reencontré con mis primeros pasos en la escalada.
Y allí está Vilanova de Meià, y en ella continua esa inmensa pared llamada la Roca dels Arcs que como un centinela te vigila te cobija en sus nohes. Y que cuando hay luna llena, la luz de ésta se refleja en la pared y su inmensa sombra junto al cielo lleno de estrellas es uno de esos recuerdos ,que veo al cerrar los ojos y que casi 10años no han conseguido borrar, una imagen llena de sensaciones que el tiempo no pudo borrar y que no lo hará jamás.
Si todo sigue más o menos igual, su bar, donde ya despareció su cocina comunitaria, su fuente, con un chorro menor que entonces, su zona de acampada, donde los coches viejos y las tiendas han sido substituidas por furgonetas modernas y super equipadas...en fin todo sigue casi igual.

Es como volver de nuevo por primera vez y después de demasiado tiempo, a un lugar y recordar en cada rincón momentos que viviste hace una década...tuve la sensación de ser una espectadora y verme como en una peli haciendo lo que hacia entonces, fueron como lapsus, intervalos en los que desaparecía de la realidad, es esa magia que guarda este lugar. Una vez de vuelta a la realidad es como si esos recuerdos giraran cada vez más rápido en tu cabeza, como si sintieras vértigo y de repente ya está, 10 años de tu vida han pasado...y todo es diferente y yo soy otra Esther.
Entonces me quejaba como una cría malcriada cuando escalaba, ahora solo pienso en más y más, superarme, aprender, compartir y sobre todo pasarlo bien. (aunque aún hoy me quejo)
Entonces creía en el amor, ahora no sé ni en lo que creo.
Entonces no sabía lo que buscaba y ahora continuo sin saberlo. Pero entonces no sabía lo que no quería y ahora si lo sé.
Pasaron increíbles cosas todos estos años, buenas y no tan buenas, supongo que es lo que tiene la vida, pero sea como sea, esta misma vida me llevo después de mucho, mucho tiempo de nuevo aquí, maduré en todo y en la escalada también.
Y aunque quizás entonces no supe ver o aprovechar a mi profe particular, ahora sé que me gusta lo que siento todo el día colgada en la pared y sobre todo he comprovado que nunca es tarde para aprender, ni para cumplir sueños, esa pared que me hacia sentir tan pequeñita entonces, eso que me parecía impensable de poder conseguir entonces, ahora cayó a mis pies...

Y como una niña me sentí cuando después de tanto tiempo por fin pude ver el secreto que guardaba la Roca dels Arcs por su otro lado, una belleza de paisaje que mis ojos afortunados grabaron para siempre en mi memoria y como si de una droga se tratase la adicción es tan fuerte que espero me haga repetir de nuevo. No se como describir la sensación, pero seguramente podría ser como sentir la libertad de una gaviota que vuela por primera vez...
Después de acabar la vía, el somni de Qimfer, andamos por toda la cima de la pared de la Roca dels Arcs, sintiendo la inmensidad de esta tierra en la que vivimos, y disfrutando de unas vistas de pájaro que ni el mejor de los poetas podría reflejar en un poema, llegamos a la Roca Alta para subir aún un poquito mas, casi rozando las nubes por la vía Porno Star. Y como otras veces en el descenso de otras paredes, observé la pared con respeto y admiración y casi incrédula de haber podido subir por ahí. Una roca excelente, que no sé como llegó hasta ahí, pero soy una afortunada por poder subir por ella.
Des de aquí quiero compartir mis sueños y agradecer a mis compañeros de cordada, soportarme y animarme en todo momento, por quien entonces me introdujo en este mundo una primera vez y por quienes ahora lo volvieron a hacer años después.