Esta misma mañana hace seis años ya, y se dice pronto, me despertaba una fatídica llamada a pesar que yo no fuera consciente de todo ello en aquellos instantes. Hoy no es una llamada, es el despertador, pero no puedo evitar asociarlo todo y menos aún cuando voy de camino hacia el hospital donde de forma consciente te vi por última vez, porque en realidad, inconscientemente te veo muy a menudo.
Tambien entraba entonces al mismo edificio que hoy, en ese momento en que la noche está a punto de desaparecer y, tambien salía cuando el tenue sol de invierno ya parece brillar con timidez, sensaciones extrañanas y encontradas, antes tristeza, impotencia, incredulidad, ahora alivio, respiración profunda, amargura por el pasado, pero felicidad por el presente.
Te veo, te recuerdo, te sueño, te lloro y también te rio.
Día difícil pero con una amarga sonrisa miro hacía el cielo y te busco en algún lugar

Vives dentro de mí...
No hay comentarios:
Publicar un comentario