La importancia de un diagnostico. Todo un desafío en África

Laboratorio centro salud rural Saclapea, Nimba. Liberia 2007

No nos solemos parar a pensar lo importante que pueden ser unos ojos expertos y un simple microscopio ( incluso de los que son solares y no necesitan luz eléctrica), para salvar una vida, porque estamos demasiado acostumbrados aquí en el primer mundo a que nos tomen una muestra, seamos un número de entre tropecientos mil y al cabo de unos días el médico te de un resultado. Sinceramente ni si quiera yo que trabajo de técnico de laboratorio jamás me detuve a hacerme esta reflexión hasta que no trabaje en un laboratorio del tercer mundo, todo un desafío... Es verdad que trabajar en un laboratorio en África no es como trabajar allá de pediatra, cirujano, comadrona...pero a pesar de existir menos contacto con los pacientes, a uno también de cierta manera siente como se le mueren enfermos, aunque estos no estén presentes en la platilla del microscopio; no los ves, pero eres el que descubres y revelas un resultado, que en muchas ocasiones significa una muerte segura o una muerte inminente. Pero seamos positivos y no olvidemos...¿que ocurre con todas esas otras veces en las que el médico no va a ciegas con un tratamiento y con tu trabajo puedes colaborar a intentar salvar vidas?, vidas en un mundo, el tercer mundo donde cientos de niños mueren al día de malaria.

Y hablando de malaria, la primera causa de mortalidad infantil en África, mientras esperamos ansiosos la gran noticia de la posible y muy próxima vacuna del equipo de Pedro Alonso, esos ojos y esos aumentos permiten detectar el causante de esta enfermedad que ¿como no?, va ligada siempre al tercer mundo, pobreza y trópico,(como la mayoria de las enfermedades tropicales, para las que apenas se investiga, porque claro no afectan a los países ricos, por lo que no suponen un ingresos de dinero para las grandes farmacéuticas). Detección que aunque amenudo llega demasiado tarde, en muchas otras ocasiones es la solución para tratar y salvar a un pequeño que no entiende todavía de injusticias y diferencias sociales y que tiene toda una vida por delante.

Todos aquellos que tuvimos la suerte de trabajar dentro del mundo sanitario en África, pudimos comprobar que es trabajar en condiciones mínimas, con mucho menos de lo que debería ser lo básico, yo por ejemplo, reevalué así la definición de laboratorio y cree la mía propia basada en tres principios: Reutilizar, improvisar y adaptar.

Es increíble como allí con muy poco podemos hacer mucho y aquí con mucho en ocasiones no somos capaces de hacer casi nada y menos aún de valorar lo que tenemos.

Laboratorio Benson Hospital, Monrovia. Liberia 2007